Esta semana compartimos con ustedes un articulo de la vicepresidenta de la ZEC, Milagros Luis Brito, publicado en La Provincia, donde explica como la fiscalidad de la ZEC es un atractivo para muchos sectores industriales basados en el conocimiento tales como Biotecnología industrial, Agrobiotecnología, Instrumentos de biotecnología, Biotecnología aplicada a diagnósticos, Desarrollo de fármacos, Energía eólica, Biocombustibles y biomateriales- Redes, Aplicaciones móviles y Depuración de agua.
Fiscalidad y Conocimiento
Durante el proceso de la última reforma del Régimen Económico y Fiscal, Canarias apostó por ampliar la lista de actividades de la Zona Especial Canaria (ZEC) y los modelos de negocios, especialmente en el ámbito del audiovisual y las industrias creativas; la logística y la reparación naval, y las Tecnologías de la Información y la Comunicación, en su más amplio concepto. No fue una decisión aislada ni improvisada. Fue el resultado del trabajo realizado por el Parlamento y el Gobierno de Canarias en el marco de los debates de la RIS3, la Estrategia de Desarrollo Inteligente y la necesidad de impulsar el Tránsito hacia la Sociedad de Conocimiento. El Título V de la Ley 19/1994, de 6 de julio, de modificación del Régimen Económico y Fiscal de Canarias, cuya última modificación se produjo el 20 de diciembre de 2014, recoge en su Título V, Capítulo I, artículo 28, que:
«Se crea una Zona Especial en las Islas Canarias con la finalidad de promover el desarrollo económico y social del Archipiélago y la diversificación de su estructura productiva (?)».
Esa herramienta fiscal, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2026, prorrogable previa autorización de la Comisión Europea, y con ámbito geográfico que se extiende a todo el territorio de las Islas Canarias, es el gran instrumento con el que cuenta el Gobierno de Canarias para planificar su promoción económica exterior. En ese nuevo escenario que se dibuja, el desarrollo industrial debe centrarse en empresas intensivas en conocimiento, en el avance de los procesos de digitalización y en la convergencia de las políticas públicas y las inversiones privadas, para favorecer la innovación y la gestión adecuada del conocimiento.
La parte de la competencia de promoción económica exterior que afecte a la Zona Especial Canaria, por lo tanto, se debe centrar en promover la diversificación vía empresas desarrolladoras de nuevos productos intensivos en I+D y en conocimiento. El binomio agua-energía se sitúa en el eje de las actuaciones, tanto por las características naturales de las Islas, como por la experiencia y conocimiento acumulado.
Dos son las grandes áreas de oportunidad para los sectores industriales emergentes, intensivos en conocimiento: Biotecnología o «Biotech», y Tecnologías Limpias o «Clean Tech».
A la Biotecnología podemos aproximarnos con un enfoque científico multidisciplinar, que abarca desde la biología a la bioquímica, pasando por la genética, la virología, la agronomía, la ingeniería, la física, la química, la medicina o la veterinaria, entre otras. Brinda, por tanto, un amplio abanico de posibilidades de desarrollo empresarial, como pueden ser:
– Biotecnología industrial (Industrial Biotech): trata de reemplazar procesos químicos tradicionales en la producción industrial, mediante aplicación de métodos mejores y más baratos basados en biotecnología. La sustitución de muchos de estos procesos tradicionales por procesos biotecnológicos abre un nuevo campo de oportunidades. Las grandes marcas de la biotecnología como Genentech o Amgen centran su negocio en el desarrollo de fármacos y apuestan por la biotecnología industrial.
– Agrobiotecnología (Agbio): ocupa un papel significativo en la industria, sobre todo para optimizar el desarrollo de cultivos. Mediante el aislamiento y la modificación de determinados genes, se obtienen cosechas más resistentes que reducen el tiempo de crecimiento. La modificación genética de semillas, por otra parte, posibilita la resistencia a determinadas plagas permite y la reducción del uso de pesticidas. En Canarias tenemos casos de referencia de pequeñas empresas agrobiotecnológicas, como es Western Seed, que comenzó su actividad de investigación en Gran Canaria a principio de los 90 alrededor del desarrollo de variedades de semillas. En poco tiempo, la empresa logró crear una micro-multinacional con sede en Holanda desarrollando líneas únicas de muy alta calidad en semillas de tomate, pimiento, melón, sandía, pepino, berenjena, calabaza y papaya. Western Seed se ha convertido en líder mundial en variedades híbridas de tomate. El éxito de la empresa llevó a que fuera recientemente adquirida por la multinacional Monsanto, aunque la estación principal de investigación y desarrollo sigue estando en Gran Canaria.
– Instrumentos de biotecnología (Biotech tools): se trata de una industria auxiliar del desarrollo de fármacos, tanto por métodos tradicionales, como por desarrollos de biotecnología. Equipamientos, suministros o servicios que son necesarios para el desarrollo de fármacos: software de estudio y análisis; sistemas «high-output screening»; «lab-on-a-chip» technology; arrays de ADN e información genómica.
– Biotecnología aplicada a diagnósticos (Diagnostics): son tecnologías que se utilizan para la detección de enfermedades. Esta categoría de la biotecnología es la segunda en volumen de negocio después del desarrollo de fármacos. De hecho las primeras empresas de biotecnología fueron empresas de diagnóstico como Abbott, o Hybritech, esta última absorbida por Eli Lilly.
– Desarrollo de fármacos (New Drug Development): ésta es, sin duda, la categoría más rentable y la que más volumen de negocio mueve. Sin embargo, es también la más costosa, la que mayores inversiones requiere y la de periodos de retorno más elevados. El desarrollo de un medicamento supone décadas de investigación, los correspondientes test y su posterior lanzamiento al mercado. Sin embargo, los retornos de un solo fármaco nuevo son muy significativos, con márgenes promedio del 80 % y volumen de ventas desde decenas o centenas de millones de euros hasta miles de millones en algunos casos. A esto hay que añadir la exclusividad de que disfruta la empresa durante la vigencia de la patente.
Las Tecnologías Limpias o «Clean Tech» hacen referencia a productos, servicios o procesos de creación de valor con uso limitado de recursos no renovables y aúna significativa disminución en la generación de residuos. Para atender al principio de diversificación económica debemos promover los siguientes tipos:
– Energía solar: el «mercado solar» ofrece las mejores oportunidades de negocio dentro de Clean Tech. Crece entre un 30 % y un 50 % por año, pero necesita tecnologías y nuevos desarrollos que abaraten costes de producción, gestión y mantenimiento de instalaciones.
– Energía eólica: además de los grandes operadores mundiales como: GE, Vestas WindSystems (Dinamarca) o Gamesa (España), a pequeña escala se precisa el desarrollo de nuevos materiales para turbinas y el desarrollo de sistemas de control para parques eólicos.
– Biocombustibles y biomateriales: las mejores oportunidades en este sector están en la mejora de los procesos de destilado y en la obtención de combustibles a partir de cultivos no comestibles cuyo mejor ejemplo es la Jatrofa.
– Redes inteligentes (Smart Grids): las redes eléctricas que aún usamos están registrando un profundo cambio. Hogares, empresas y edificios públicos modificarán sus comportamientos. Las nuevas regulaciones sobre el modo en el que las compañías eléctricas den acceso a la red, midan y paguen por las fuentes distribuidas de energía cambiarán radicalmente el panorama del mercado eléctrico.
– Aplicaciones móviles: la demanda de fuentes de energía portables, ligeras y duraderas se pueden clasificar en nichos como electrónica de consumo, industria militar y abastecimiento de zonas aisladas, y representan enormes oportunidades para paneles solares de alta eficiencia, células de combustible portátiles, avances en baterías basado en nanotecnología y otras muchas «clean technologies».
– Depuración de agua: Canarias posee una enorme experiencia en operación e ingeniería, aunque seguimos consumiendo tecnologías que desarrollan otros. Estamos ante una potente oportunidad para posicionarnos en este sector.
Ante la determinación del Gobierno de Canarias, además de la combinación o el apoyo en otros instrumentos financieros, la ZEC ampara en su lista autorizada la mayor parte de las actividades industriales que se pretenden impulsar. Desde el cultivo de plantas medicinales y farmacéuticas; a la industria química y farmacéutica; la fabricación de productos informáticos, farmacéuticos y ópticos y, de otra maquinaria y equipo; la desalación de agua, gestión de residuos y el reciclaje; la generación, transporte y distribución de electricidad provenientes de fuentes de energía renovable; las actividades relacionadas con las TIC; la investigación y el desarrollo; la consultoría y asesoría o la formación, sirven de soporte para empresas de nueva creación o filiales, que deseen acogerse al tipo reducido del 4 % del Impuesto de Sociedades. El posicionamiento del Ejecutivo canario en este ámbito es claro y contundente: de forma casi exclusiva, la ZEC debe centrar-se en su misión principal de atraer inversión que diversifique la economía. Ello equivale a centrar los objetivos de creación de nuevas empresas en promover los desarrollos de nuevos productos intensivos en I+D y en conocimiento, con una clara vocación y proyección internacional.
Fuente: Publicado en @laprovincia_es http://www.laprovincia.es/opinion/2016/08/06/fiscalidad-conocimiento/849816.html
Autora: Milagros Luis Brito.