Canarias, 11 de diciembre de 2017.- Artículo de la presidenta de la Zona Especial Canaria (ZEC), publicado en el Diario de Avisos.
Tomo prestado el título de la novela del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa para abordar la comparación, con la que a menudo nos encontramos quienes trabajamos en la gestión y el desarrollo de la Zona Especial Canaria, con los denominados paraísos fiscales. Territorios que, en realidad, poco tienen que ver con la ZEC y con su razón de ser.
La razón de ser de la ZEC, con un régimen fiscal atractivo, como lo tienen otras zonas del mundo, no es otra que la de contribuir a la diversificación de la economía de Canarias y a la creación de empleo. Para poder alcanzar estos objetivos, la ZEC ha tenido que realizar, y lo sigue haciendo, un enorme esfuerzo para darse a conocer fuera de nuestras fronteras y captar el interés de nuevos posibles inversores interesados en implantarse en el Archipiélago. Esta, además y por encima de todo, cumple con la exigencia de transparencia y control de las Administraciones públicas, y las empresas que operan en ella se encuentra asimismo sometidas a un estricto seguimiento por parte de la Agencia Tributaria Española y la Comisión Europea.
Por el camino hemos logrado introducir necesarias mejoras, como la eliminación de las áreas acotadas, extendiendo el beneficio fiscal de la ZEC a todo el archipiélago, y la ampliación de los sectores de actividad que pueden beneficiarse de las ventajas de este instrumento fiscal. Los beneficios fiscales de la región, cabe señalar, tienen la consideración de ayudas de Estado, y bajo esta condición, están sujetos a un sistema de control y seguimiento por parte de la Comisión Europea en aplicación de las normas de Derecho Comunitario, lo cual supone la mejor garantía de seguridad jurídica, tan necesaria y exigida por cualquier inversor.
Estas ayudas son compatibles, además, con el resto de los beneficios fiscales del REF y con la aprobación de Europa, nos convierte en una herramienta fiscal verdaderamente atractiva que nos permite hacer frente al futuro de la ZEC con optimismo, ya que hemos logrado ser identificados como una opción real y segura para canalizar las inversiones por muchas empresas en mercados estratégicos como Noruega, Italia, Polonia, Francia, Irlanda, Canada, Alemania y Rusia. En este camino, la colaboración y el diálogo con el Gobierno, las instituciones europeas y otros prescriptores, como despachos de abogados, consultoras, organismos de promoción exterior y representantes en Canarias y a nivel nacional de otros Estados, son clave y necesarios.
Para concluir, hoy en día nuestra mejor carta de presentación son las empresas que ya operan dentro del Consorcio y aquellas multinacionales que muestran su interés y se acercan a estudiar nuestras ventajas. Cuando lo hacen descubren, además, un territorio con una gran calidad de vida y una enorme capacidad para desarrollar talento, que es la fuente de la que se nutren las empresas y los proyectos de éxito. Podemos decir que desde la ZEC hemos establecido las condiciones, apelando a la transparencia y a la seguridad jurídica, el resto, lo hacen los empleos directos e indirectos creados por empresas que operan dentro del Consorcio cuya inversión constituye una importante aportación al desarrollo económico y social de las islas.
*PRESIDENTA DE LA ZONA ESPECIAL CANARIA (ZEC)