Canarias. – El presidente del Consorcio de la Zona Especial Canaria (ZEC), Pablo Hernández, abogó por pasar de un “Régimen Económico y Fiscal (REF) proteccionista”, respecto a la economía local que, apuntó, tiene sus ventajas y del que deben mantener algunos aspectos, a un “REF abierto, que sea una pista de despegue de la economía regional y de la sostenibilidad”.
Estas declaraciones se produjeron en el marco de su comparecencia a puerta cerrada en el Senado en cuyo orden día también intervinieron otros responsables de instituciones públicas y entidades privadas de Canarias, Baleares y Ceuta ante la Ponencia de estudio sobre la insularidad y la situación periférica de Ceuta y Melilla constituida en el seno de la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico.
Hernández articuló su discurso sobre tres ejes: la insularidad, la fiscalidad y el papel del REF en Canarias. Sobre este último el presidente defendió que el REF en Canarias ha servido como “dique de contención” para mantener la “economía regional en una dinámica positiva y favorecer la inversión interna”, aunque matizó, “no ha conseguido aspectos como: la diversificación económica, al contrario, el turismo ha ganado peso en el Producto Interior Bruto (PIB) regional; reducir el desempleo y compensar todos los costes adicionales”.
“Por ello, necesitamos un REF que sea rampa de lanzamiento y liberalizador de la economía. Necesitamos un REF sostenible, que impulse la sostenibilidad y enfocado a potenciar las oportunidades”, remarcó. En el debate de su revisión, matizó “esta concepción se alinea con las políticas de la UE sobre las islas, que abogan por la defensa de sostener y reforzar las oportunidades”.
Durante su intervención en el hemiciclo, Hernández también refirió que las islas se caracterizan por ser territorios “reducidos, remotos y vulnerables” y, que hay que establecer diferencias entre ellas respecto a la lejanía del territorio continental como es el caso de Canarias, más distanciada geográficamente de España que Baleares, un archipiélago más próximo, o como es el caso Ceuta y Melilla, concretó, ciudades continentales, aunque alejadas del territorio principal.
El presidente de la ZEC señaló que, aunque “todas tienen retos comunes, cada una posee sus singularidades”. “La intensidad de la insularidad en Canarias es mucho mayor que en los citados territorios o comparada con la Unión Europea (UE), y de esta última respecto a la situación geográfica más próxima de Sicilia o las islas griegas”, argumentó.
En su discurso en la Cámara Alta, precisó que las tres características comunes a la insularidad como territorios, reiteró, “reducidos, remotos y vulnerables”, se intensifican en el caso de Canarias. “La ultraperificidad del archipiélago tiene unos efectos derivados: costes más elevados; mayor desempleo al depender de una única industria; menor diversificación; vulnerabilidad económica, ya que depende de sectores de actividad que están vinculados al medio ambiente, y este último frágil por el impacto de los fenómenos adversos medioambientales”, consideró.
Ante este cúmulo de condicionantes, Hernández consideró que la fiscalidad cumple un papel mitigador y, en las islas, el REF ha venido a paliarlos. Sobre su impacto, señaló que, si se analiza su evolución, hay algunos resultados que calificó de “positivos” como son “la generación de empleo y una mayor protección económica”, aunque si se profundiza en las cifras, especificó, “quizá no hayan sido suficientes”.