Canarias.- Si bien Canarias es un referente mundial respeto al turismo, este está siendo uno de los sectores más afectados por esta crisis económica y social a escala mundial. No obstante, los gobiernos se han puesto manos a la obra y ya existe un paquete de medidas dirigidas a reactivar el sector, vital para la economía regional. No obstante, la reactivación económica de las Islas también pasa por reforzar otros sectores de actividad, cuestión que ya se ha puesto sobre la mesa para avanzar hacia una economía sólida y a largo plazo. Canarias está es el momento crucial para dirigir su modelo productivo hacia nuevos sectores, que es una de sus asignaturas pendientes, potenciando la diversificación de su tejido productivo con miras al futuro. Por ello, juegan un papel importante los instrumentos de política económica como: la Zona Especial Canaria (ZEC), una herramienta que abre la puerta a nuevas oportunidades de negocio y de empleo en las Islas.
En el contexto de la Unión Europea (UE), Canarias tiene la fiscalidad más reducida, es decir, que posee el mejor instrumento para ello que, además de aportar riqueza, a través de las empresas operativas bajo este régimen, que generan puestos de trabajo en sectores tractores de nuevas actividades económicas. Un “lujo” para nuestra región, ya que permite a inversiones empresariales establecerse dentro marco de UE con dos criterios esenciales: plenas garantías de seguridad jurídica y de transparencia fiscal. Desde su puesta en marcha, son unas 656 empresas de capital procedente de más de cincuenta países. Estas activan la economía regional y operan con mercados internacionales desde el territorio regional. Y sobre todo, crean puestos de trabajo en las Islas.
A través de este incentivo se impulsan actividades en las que Canarias tiene potencial por múltiples factores: localización, nivel de vida, infraestructuras, universidades, centros de investigación, tecnología y cualificación profesional, entre otras. Al abrigo de este régimen puede crecer la economía azul, la verde y la del conocimiento, además de favorecer el I+D+i, la tecnología y la digitalización; el desarrollo de la cadena de valor de sectores como el audiovisual y las energías renovables; la implementación de plataformas tecnológicas y aplicaciones innovadoras y la industria química y la farmaindustria; una larga lista de actividades con oportunidades en el marco de esta nueva realidad orientadas a generar economía sostenible y próspera, con nuevas opciones para generar empleo.